martes, 24 de noviembre de 2009

Te imagino cuando por primera vez le gritaste al mundo que estabas enojado y con frio, reclamando volver, mientras tu mamá te acurrucaba haciendo acallar tus lágrimas. Te imagino abriendo tus ojos, impresionado y atónito con tanta luz, con tanto sol e inconsciente de que eras el primero, de que eras el mejor.
También lo hago en guerras ganadas a viejos astros enseñándoles como vivir, con el mismo frio de la primera vez que increpaste al mundo, pero más fuerte y decidido a educar, a seguir… Atrincherado dándole la cara al desastre.
Antes de conocerte, de encontrarte, imaginaba cuentos sin final feliz… pero cuando te vi llegar apurado y deprimido, vestías pantalones anchos, de negro, hasta el cuello de problemas, en mi algo se arregló. Caminamos, nos reímos y confesamos sueños rotos de tragedias nacidas entre marzo y abril. Y me enseñaste que la fuerza no es pretenciosa, ni la inteligencia sabiduría, que está bien caerse, y que la pasión nada tiene que ver con la vocación… eso no lo imagine…


Eres la mejor mescla de locura, simpleza y ganas… TE ADORO!


No hay comentarios: