Hoy, no hizo tanto frio por la mañana, hoy, el día estaba cálido, perfecto para dormir acurrucada. Hoy, pasaste por mi mente una y otra vez, hoy, se cumplen dos años desde que te fuiste. Pero es distinto, hoy ya no duele tanto, y te recuerdo sin lágrimas en los ojos, porque sigues aquí. Imperceptible como el mejor de los confidentes, cercano, tan adentro que se sienten tus risas en mi corazón. Cálido y recostado con tus mejillas sobre el cemento de las tardes de verano.
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