jueves, 9 de julio de 2009

cuando se llora

Para llorar existen muchas formas, las hay variadas y bastante raras, por ejemplo estás los que esperan que las lágrimas inunden el borde de los ojos, dejando que una sola lagrima resbale haciendo cosquillas mientras baja, también están los que lloran apretando los parpados para sacar rápido las lagrimas arguyendo que llorar es de débiles y que muy a su pesar esta vez han perdido en la batalla por contenerse.
Yo, por mi parte soy de la clase que llora hacia un costado, dejando que el llanto ruede por mi cara y descienda hasta mi cuello terminando en mis hombros y mojando toda la almohada. Es más cuando era chica recuerdo haber llorado más de una vez porque la ocasión y el clima lo ameritaba, dejando que lo calentito del llanto entibiara mi cara mientras afuera se desataba una tormenta. Quizás es por eso que lloro tanto, porque es en ese acto donde encuentro la tibieza y paz que las tormentas más frías de abril me dejan ansiando.

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